milagros, piratas y muertes sin resolver
La ciudad más antigua de occidente tiene años, siglos, para desarrollar narraciones asombrosas. Realizar un recorrido por la Tacita de Plata, la sirena del océano para Lord Byron, es dejarse seducir por unas historias que de tanto ser contadas no se sabe en qué momento se aferran a la realidad o ya forman parte del mito. Aquí, la Virgen de la Palma frenó el maremoto que amenazó con inundar sus barrios y calles. 'Hasta aquí, Madre mía', gritó el padre Capellán Macías con el estandarte de la Virgen María aquel 1 de noviembre de 1755. Y el tsunami retrocedió milagrosamente.
La ciudad más antigua de occidente tiene años, siglos, para desarrollar narraciones asombrosas. Realizar un recorrido por la Tacita de Plata, la sirena del océano para Lord Byron, es dejarse seducir por unas historias que de tanto ser contadas no se sabe en qué momento se aferran a la realidad o ya forman parte del mito. Aquí, la Virgen de la Palma frenó el maremoto que amenazó con inundar sus barrios y calles. 'Hasta aquí, Madre mía', gritó el padre Capellán Macías con el estandarte de la Virgen María aquel 1 de noviembre de 1755. Y el tsunami retrocedió milagrosamente.